Su nombre es Geminoid F., castaña, de ojos marrones, con un aspecto combinado entre ruso y asiático, tiene carisma, es una actríz con futuro.
Pero ella tiene algo especial que el resto del elenco de la obra no tiene, es una talentosa chica robot, sí, aunque en su apariencia parece un ser humano normal, dentro de ella los circuitos y el metal reinan en su estructura, ella es una creación del prestigioso diseñador de robots Hiroshi Ishiguro de la Universidad de Osaka. Nuestra robótica actriz sorprendió a muchos espectadores en una obra que se llevó al cabo en Tokyo en la cual subió al escenario junto a una actríz de carne y hueso.
Geminoid es un robot androide que habla, parpadea, sonríe y hasta imita los movimientos respiratorios con su torso mientras habla, es un robot muy avanzado que su principal función es imitar gestos de una persona, los realiza registrando los movimientos de un rostro cualquiera en frente de una cámara detrás del escenario quien gesticula y habla para luego ser imitada por el androide.
Según se informa, muchos telespectadores asistentes no confiaron demasiado en las cualidades de la robot como actriz. Su creador, sin embargo, se muestra muy optimista y, según declaró a Reuters, está convencido de que en el futuro podrán conseguir robots con excelentes cualidades para actuar:
"Físicamente, los androides pueden parecerse mucho a los actores humanos, pero lo más importante es que técnicamente somos capaces de crear un actor superior, que reúna todas las buenas cualidades que puede tener un humano, como observar, moverse o hablar" aseguró Ishiguro.
La compañera de reparto, Bryerly Long, explicó que actuar con Geminoid F. fue como hacerlo sola ya que resulta extraño interactuar con un robot y su actuación fue muy distante. En la obra interpreta a una joven que padece una enfermedad terminal. Sus padres contratan a una cuidadora androide -Geminoid F., que le recita poemas mientras guarda reposo. Durante su representación, la robot permanece sentada en una silla, desde donde conversa y recita monólogos.
Crear un robot como Geminoid F. cuesta alredor de 1.200.000 dólares (unos 900.000 euros) pero los expertos en robótica aseguran que en pocos años estos costos serán mucho menores por las innovaciones técnicas y por una posible producción en serie. Hasta tal punto se podría reducir que cada hogar podría tener uno para llevar al cabo las tareas domésticas.
Por lo pronto, ésta tecnología se está desarrollando a una velocidad muy rápida y cada día nos sorprende más las capacidades de éstos robots para imitar emociones de manera dependiente o autónoma, seguramente no dentro de mucho tiempo podremos tener pequeños asistentes que nos ayuden a realizar tareas sencillas como sostener elementos para realizar alguna tarea o simplemente sosteniéndolos con solo pedírselos, por el momento esto no está disponible, pero no falta demasiado para que cosas similares o mucho más complejas sean posibles.
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