Ahora que los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima han podido enfriar suficientemente el reactor y obtener energía nuevamente de él, el mundo está intentando respirar profundo pero se empiezan a ver las secuelas del accidente, sobre todo en la escacéz que se obtendrá en la fabricación de semiconductores, donde japón es uno de los mayores proveedores al mundo.
El Banco Mundial ha estimado que las pérdidas de Japón podría llegar a 235 mil millones dólares, Según se estima es el doble del daño causado por el huracán Katrina. Se habla de los problemas de la industria automovilística, pero la industria de la electrónica de consumo también tiene sus problemas.
Instalaciones pertenecientes a Sony, Panasonic, Toshiba y Fujitsu fueron dañados por el desastre y los analistas parecen no entender y buscan explicaciónes sobre la causa del problema en la fabricación de semiconductores, como si nunca hubiera sucedido nada en japón, al parecer japón suministra al mundo con un 40% en la producción de memoria FLASH, lo que afectaría mucho a varios de los productos de consumo cotidiano.
De seguro algunos productos faltarán, otros aumentarán sus precios, pero también habrán quienes aprovechen la situación para aumentar sus precios sin necesidad. Solo resta esperar y ver que sucede, por lo pronto parece también que pocos sabían que japón estaba tan ligado con la globalización para afectar tanto a la industria mundial, siendo éste país el mayor desarrollador de tecnología desde hace muchos años.
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